El jamón de cebo tiene el hueso largo y fino, su apariencia es esbelta y posee un apreciado color rojo intenso. Con un característico veteado en la carne y un sutil brillo en su grasa son los jamones de cebo de Jamonárea.
Unas excelentes piezas que han sido curadas entre 25 y 35 meses en secaderos naturales que utilizan los suaves y gélidos vientos de la Sierra de Béjar y de Guijuelo; una tierra de mucha tradición y maestría en la fabricación de productos ibéricos. Procedentes de cerdos ibéricos (50% de raza ibérica) alimentados con piensos de calidad en selectas granjas. En ellas disponen de amplios terrenos para caminar y ejercitar sus patas.
En Jamonárea disponemos de secaderos naturales que aprovechan el aire de la zona de Guijuelo para curar nuestros jamones de cebo. Durante 24 meses estas piezas reciben una curación de forma tradicional. Gracias a ello se mantiene intacta la maestría artesana y otorgan ese rubí especial en su carne y un sabor intenso.
El jamón de cebo proviene de cerdos cruzados que deben contener un 50% de raza ibérica. Estos animales crece en granjas especiales donde es alimentado con cereales y piensos de calidad. Mientras que un jamón de bellota proviene de cerdos 100% ibéricos y pasan la montanera en amplias dehesas donde se ejercitan y se abastecen de bellotas, frutos y raíces que proporcionan su inconfundible sabor tan apreciado.
Solo en el caso de jamones ibéricos o jamones de bellota se pueden usar los términos “dehesa” y “montanera”, independientemente de la pureza de la raza. No es posible asociarlos en los jamones de cebo o jamones de cebo de campo.
Una cualidad del jamón de cebo es la preservar la raza ibérica con un sabor de calidad y un precio más asequible que el de las piezas puras.
En función de la alimentación distinguimos entre:
• Jamón de bellota: el cerdo ibérico se alimenta, en su fase de engorde, exclusivamente de bellotas y pastos de las dehesas. Es el más apreciado de todos.
• Jamón de cebo de campo: el cerdo ibérico se ha alimentado en su fase de engorde a base de piensos en terrenos al aire libre.
• Jamón de cebo: el cerdo ibérico se ha alimentado a base de pienso en recintos cerrados.
La primera pista la encontramos en las patas del animal. En el caso de los jamones de bellota son más alargadas debido a la estructura ósea del cerdo ibérico. Más delgada y con una pezuña más desgastada por el continuo caminar para buscar bellotas en las dehesas.
Las etiquetas de cada jamón te ayudarán a distinguir cada clase. Recuerda los colores que se asocian con cada pieza y sus propiedades.
Su hueso es un poco más corto y mu y fino, pero las peculiaridades están en el interior. En un jamón de bellota la grasa es muy suave con vetas que atraviesan su apreciada carne. ¡Con tocar un poco con el dedo se hunde! Proviene de las bellotas que tienen muchas vitaminas, proteínas y características parecidas al aceite de oliva.
En ese caso nos encontramos con un jamón serrano o blanco. Es decir, son productos que se obtienen de cerdos blancos que han sido criados en granjas a base de piensos y cereales.