El Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico (Teica) cerró sus puertas en 2017, 11 años después de su creación por la Junta de Andalucía.
Servía para la investigación científica y técnica de todos los sectores vinculados al sector cárnico. En su labor innovadora apostaron por la creación de un envase que preservara la frescura, sabor olor y textura del jamón loncheado.
 
Envase al vacío para jamón ibérico
 
Esta entidad, situada en Huelva, fue la precursora de solucionar el problema de la pérdida de calidad de los productos envasados y, en especial, se centró en mejorar el embalaje del loncheado del jamón ibérico.
Y es que tan importante es mantener las garantías sanitarias, cumplir con un largo, completo y delicado proceso de curación del jamón ibérico, como poder disfrutar de unos delicados y profundos bocados de este manjar aunque hayan sido envasados al vacío.
 
 
 
 

Envase para un jamón loncheado

Por el año 2010 TEICA se propuso acabar con el problema del envasado del jamón ibérico creando una tapa especial que preservarías todas las características organolépoticas de la pieza como su color, aroma, textura y sabor hasta el momento de su consumo.
Los retos de este proyecto se basaron en la conservación del color del loncheado del jamón, el alargamiento de la vida útil comercial del envase y la lucha contra la adherencia de las lonchas de jamón.
 
Jamón ibérico de Guijuelo
Los resultados fueron expuestos en Sevilla por los participantes en el proyecto: la empresa Ablleo Linde de gases; el Instituto de Embalaje Transporte y Logística de Valencia; Centro tecnologico de Diseño Surgenia y el Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria.
 
 
 

¿Qué materiales se usan para el embalaje del jamón loncheado?

La entidad ha tenido los principios muy claros para conseguir el modelo de envasado perfecto que mantuviera el sabor de un jamón loncheado:

  • Utilizar la tecnología adecuada y un diseño ecológico.
  • Lucha contra la adherencia de las lonchas.
  • Garantizar su exportación y mantenerse en las cuotas de mercado establecidas.

Se utilizaron materiales antioxidantes, que mantengas las cualidades principales del jamón y no incidan en estropear su sabor.
Según el ex director de TEICA, Juan Carlor Racero, la idea era desarrollar un envase perfecto para la exportación del jamón de bellota o un jamón ibérico loncheado sin que perdiera su exclusivo sabor hasta el momento de degustarlo.
Ceros ibéricos pastando en dehesa
 

¿Cómo disfrutar de un  jamón loncheado?

Comenzaremos diciendo que hay dos tipo de jamón loncheado: el que se corta a máquina y el que se corta a cuchillo. Una de las cualidades de este tipo de envase es la exclusión de aire para que la carne no se oxide. Por eso una vez abierto se recomienda dejar la pieza respirar durante media hora antes de su consumo.
Si tienes los sobres de jamón en la nevera, deja que cojan temperatura para que las lonchas no se peguen al separarlas. Puede mojar el paquete con agua templada o acercarlo a una fuente de calor moderado unos segundos. No en vano, el jamón loncheado frío pierde sabor y textura, lo ideal es saborearlo a una temperatura de entre 19 a 22 grados centígrados.
Pierde el miedo a comprar y consumir jamón loncheado. Las garantías de calidad y origen son absolutas en jamonárea.
 
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