Hoy damos respuestas a algunas preguntas que nos hacen nuestros clientes y usuarios de RRSS o del blog. Si tienes alguna pregunta o duda puedes preguntarnos sin problema.
¡Vamos con algunas de ellas!
Lo normal es que un jamón ibérico no tenga problemas de aromas o gusto. Tenemos varias opciones para este problema:
👉Debemos tener en cuenta que las temperaturas inadecuadas o un exceso de congelación también podrían causar que el jamón se ponga malo. Debemos conservar los jamones y paletas en lugares frescos
👉Para quitar el sabor rancio del jamón, primero debemos asegurarnos de que proviene de una parte y no es todo el jamón.
👉Si se trata de la primera capa lo mejor es limpiarlo de grasa y de las capas superficiales.
👉Si presenta un olor fuerte, desagradable y amargo, además de un color oscuro, es posible que se encuentre en mal estado y lo mejor sea no consumirlo.
Este porcentaje varía en función de varios factores, como la cantidad de grasa de la pieza, el peso de los huesos o si se trata de un jamón ibérico o serrano. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores a la hora de saber la cantidad de jamón que vamos a tener.
💥Puntos que debemos tener en cuenta para calcular cuántos platos de jamón salen de una pieza:
Si tu idea es que cada persona consuma unos 80 o 100 gramos de jamón, una pieza de un tamaño más o menos grande podría servirnos para 80 comensales, aunque lo suyo siempre es pecar de generosos y contar con una pieza extra.
Hay varias diferencias entre un jamón y una paletilla que debemos tener en cuenta:
Elegir un buen soporte jamonero, colocar la pieza de forma correcta y utilizar cuchillos bien afilados son pasos imprescindibles en el loncheado.
Podemos resumir la técnica del corte del jamón en estas etapas.
Maza: es la parte más ancha del jamón y la que mayor rendimiento ofrece.
También es la parte más jugosa y más rica, y donde se presenta la mayor infiltración de grasa en la carne.
Contramaza: es la parte opuesta a la maza. Es la parte más estrecha del jamón y también la más curada. Es decir, es la que presenta menos proporción de grasa.
Babilla: es la parte más estrecha del jamón y está situada justo debajo de la maza. También es la zona más magra y con menos grasa infiltrada.
Punta: es justo la parte opuesta a la pezuña de la pieza. Se considera como una de las partes más sabrosas del jamón ibérico y también suele ser la más salada. Contiene bastante contenido graso.
Jarrete y caña: se encuentran situadas justo antes de la pezuña. Son zonas menos apreciadas porque la carne es un poco más dura, fibrosa y un poco aceitosa.
Estas partes se suelen cortar en taquitos o en dados para luego añadirlos a las comidas o picotear.
Pezuña: suele utilizarse para los caldos. ¡Porque del jamón se aprovecha todo!