El jamón ibérico de cebo es una pieza noble de altas cualidades. Además de tener un precio inferior al jamón ibérico, es un producto de alta calidad con muchos beneficios para nuestro organismo.
Las propiedades del jamón ibérico de cebo son muchas y muy saludables, por algo es uno de los alimentos más apreciados en nuestro país. Entre las propiedades del jamón ibérico de cebo encontramos una gran cantidad de vitaminas y minerales saludables: hierro, zinc, fósforo, calcio, magnesio, vitamina B1, B2, B3 y B6 y otras vitaminas del grupo D.
No podemos olvidar que el jamón de cebo de Guijuelo se cura en bodegas naturales sin conservantes, aditivos ni químicos, por los que las propiedades del jamón ibérico de cebo quedan intactas.
Entre las propiedades del jamón ibérico de cebo encontramos un poderoso antioxidante con mucha cantidad de vitamina E. Para muchos profesionales de la salud, el desayuno ideal es el que combina una tostada de jamón ibérico con tomate y aceite con un lácteo y una pieza de fruta.
Porque de esta forma estamos ofreciendo a nuestro organismo todo lo que necesita para afrontar el día: hidratos de carbono, energía, proteínas y grasas saludables.
Una de las propiedades del jamón ibérico de cebo es la lucha contra el colesterol. Esto se debe al nivel de ácido oleico que contiene y que nos ayuda a controlar tanto el colesterol bueno como el malo.
Es bueno, saludable y necesario comprar jamón ibérico de cebo porque solo una ración de 100 gramos de jamón solo contiene 70 miligramos de colesterol. ¡Todo salud y sabor!
El jamón de cebo ibérico proviene de cerdos de raza ibérica que han sido alimentados con piensos naturales y curados durante 24 meses con sistemas tradicionales a base de secaderos naturales en la Sierra de Guijuelo; tierra con larga tradición y saber hacer en el mundo del jamón ibérico. Las piezas con las que se elabora este jamón ibérico de Guijuelo proceden exclusivamente de madres ibéricas puras 100%.
Los jamón de cebo ibérico se cura durante un largo proceso de más de 24 meses, los ocho últimos de los cuales transcurren en el reposo en bodegas donde adquiere los característicos aromas y matices del buen jamón ibérico.
Por otro lado, la paleta ibérica de cebo es de un tamaño menor que el jamón ibérico pero ofrece unas características organolépticas similares. Se trata de un producto de sabor más intenso que los del jamón y de una curación de menor tiempo, por lo que su paleta de sabores y aromas es menos potente, ya que se intensifican a partir de los 24 meses.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que un jamón ibérico es solo aquel que se obtiene de las patas traseras de auténticos cerdos ibéricos. Como cualidad destacada está la capacidad de infiltrar la grasa en el músculo, una condición genética que no tiene ningún otro animal en el mundo.
El jamón que se obtiene de estos cerdos puede ser clasificado en tres tipos según su alimentación: ibérico de bellota, ibérico de campo e ibérico de cebo. Explicaremos qué es cada uno:
Por lo tanto, aunque todos son ibéricos, solo los que han comido bellota son ibéricos de bellota y, si además son de pura raza, la carne que se obtiene de ellos es ibérico 100% de bellota, también llamado de jamón de pata negra.
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